Unidad Nacional
Por: Sergio Llufire Garcia
Nuestro país ha cruzado por situaciones y circunstancias peores a las que hoy enfrenta, reconstrucciones nacionales producto de disputas y rencillas personales entre peruanos que priorizaron su imagen, entre desidias y odios políticos.
Sin embargo, por mucho tiempo se ha visto marginado y excluido a cierto sector de nuestro país, la juventud, que son el pilar fundamental de una renovación político-social, la cual todos imploran y desean a gritos en la coyuntura actual.
Es importante tener en cuenta que debemos dimitir de nuestras mentes las banderas e insignias que nos heredaron las malas prácticas de políticos y militantes que formaron parte de estas instituciones a las cuales juraron defender, y traicionaron burdamente la confianza de quienes depositaron su fe y seguridad en ellos.
Así mismo, lejos de pertenecer a un partido político, somos ciudadanos y como tal, tenemos derecho a manifestarnos por tal o cual tema, sin chocar con nuestra militancia, después de todo nuestro himno nacional nos garantiza este privilegio a viva voz, “somos libres, seámoslo siempre”
Este grupo importante. Esa misma juventud a la cual hoy convocamos, es la misma que muchas veces se manifestó por la democracia y demostró, que lejos de partidos y colores, el Perú es primero y siempre lo será. Esa misma juventud que quiere romper un tradicional paradigma citado por Antonio Raimondi “El Perú es un mendigo sentado en un trono de oro”, esa, señores, es nuestra meta y consigna.
Quizás no encontremos las soluciones más óptimas para los diversos contextos que forman parte del territorio nacional, pero sí les aseguramos mantener esta sagaz opinión, pues debemos crear un país que acoja a todos los peruanos, en donde la marginación y la exclusión social quede en el olvido. Tenemos los recursos necesario, tenemos instituciones, tenemos el acceso a financiamiento, pero no la formación necesaria para potencializar la tierra que todos amamos.
Este país es de los hombres libres, para ellos la libertad y la igualdad es inherente desde que son reconocidos como peruanos. Lo que sí garantizamos, es la colocación de la primera columna para que nuestros compatriotas entiendan que no es necesario repartir las riquezas monetarias del estado para otorgar así un plus de vida; más bien es correspondiente darles las oportunidades necesarias y crear medios para que sean ellos mismos quienes construyan sus propias riquezas y desechen esa interminable cadena de desgracias, de miseria y antiética que se ha quedado incrustada en los más sectores populares de la nación.
Por lo que consideramos fundamental, la participación política a temprana edad, para comprometer y formar los nuevos valores que nos representen, para enaltecer a nuestros mártires y fortalecer nuestra democracia, esa que nos costó mucho conseguir.
¡Arriba los corazones!, ¡Viva el Perú!