Reflexiones sobre el Referéndum
Por Franco Arce:
Hay quienes creen que por el solo hecho de ir a votar y tener elecciones, somos un país con democracia. Es una idea errada y que no es del todo cierta. El referéndum que tendremos en pocos días pudo haber sido mejor aprovechado y mejor organizado, sin intervención, ni alguna influencia por parte de algún organismo gubernamental.
La semana pasada tuve la oportunidad de participar en un debate en la casa de un partido político importante en nuestro país con tradición y trayectoria. En el presente texto trataré de plasmar de manera resumida algunas ideas de fondo sobre el referéndum que se llevará a cabo el domingo 9 de diciembre.
La exposición decidí dividirla en tres fases: una opinión sobre los referéndums en general y la oportunidad desaprovechada en esta ocasión; otra opinión sobre las cuatro preguntas en consulta; y finalmente, la labor de los partidos y el rol del marketing político en esto.
Como mencionaba al inicio, somos un país, a mi modo de ver, en vías de consolidación de la democracia y el sólo hecho de acudir a votar o contar con elecciones, no garantiza que haya un sistema democrático; sino, veamos a nuestros hermanos venezolanos… Dicho esto, es importante entender el referéndum como un mecanismo de control por parte de la población, en otras palabras, es un mecanismo de democracia directa, en el cual el ciudadano tiene un papel importante en las decisiones del país.
Suiza, por ejemplo, es un país con amplia experiencia en referéndums y los realiza con frecuencia todos los años para decidir problemas que afectan a la población en su conjunto y a través de esto pueden incluso derogar leyes ya aprobadas por el parlamento. Lo que resalta de los suizos es que, a la hora de votar, ejercen un voto pensado como se puede ver en la no aprobación a través de referéndum sobre la consulta de si se debía aumentar las vacaciones de cuatro a seis semanas. Ganó en aquella ocasión el “No” debido a que ellos consideraban que las pymes no iban a poder cubrir dos semanas más de vacaciones y se verían afectados económicamente.
En el Perú, no tenemos una cultura de ir a votar y sería raro que acudamos a votar constantemente; ya que incluso, no a todos les gusta esta actividad. Asimismo, tenemos muy pocos referéndums a lo largo de nuestra historia democrática. Una de las principales razones está relacionada a los altos costos que demanda un proceso de consulta popular como lo es este; sin embargo, existen estudios que demuestran que, a largo plazo, mayores referéndums son beneficiosos para la sociedad en su conjunto a través de la participación ciudadana en las decisiones importantes del país y también en la reducción del gasto público y su ejecución de manera eficiente.
Este referéndum a mi modo de ver no ha sido bien aprovechado y ha sido planteado contra el tiempo. Opino que ha sido motivado por la coyuntura del momento y precisamente las preguntas responden a ello; es decir, salió el escándalo de los jueces, pues entonces hagamos una pregunta sobre ello; salió el tema de juicios a partidos como Fuerza Popular (ex Fuerza 2011) sobre los aportes durante la campaña política, pues entonces hagamos una pregunta sobre ello; salió a la luz el descontento popular por los políticos que están en el congreso y la mala imagen con la que cuenta este poder del Estado, pues entonces hagamos una pregunta sobre la no reelección; y la última pregunta es una que se ha tocado de manera muy ligera por años y que requiere más exposición y debate.
No me parece saludable para la democracia hacer un referéndum con fines populistas y en la manera cómo está estructurado el documento. Es obvio que los peruanos sentimos indignación por lo que ocurre con nuestro sistema de justicia y que muchos votarán por el “Sí” como respuesta a la pregunta; pero, ¿Sólo estamos respondiendo a una pregunta? Detrás de cada una hay un proyecto de reforma constitucional, lo cual no se ha expuesto y existe un desconocimiento por parte de la población. De igual manera sucede con las otras.
Y acá viene el rol de los partidos políticos en difundir e informar sobre el referéndum y los detalles sin necesidad de inducir a votar de una u otra manera. Parece que muchos grupos alineados con el gobierno de turno han hecho una campaña en redes sociales para votar de una manera determinada; llegando incluso a haber personal de la ONPE involucrada en ello. Un referéndum así, no es democrático y no es transparente.
Finalmente, los partidos políticos y los candidatos a las elecciones para el 2021 deben empezar cuanto antes a hacer su trabajo de investigación de mercados, estrategias, planes de acción; es decir armar su campaña, porque al margen de lo que suceda con la reelección o la bicameralidad, estaremos probablemente frente a nuevas caras y nuevos rostros que necesitan que la ciudadanía los empiece a conocer y tener así un Poder Legislativo que de la talla.