Pablo Iglesias y la nueva izquiereda española
Por: Sergio Llufire
Mencionar la palabra izquierda en un contexto político provoca que todos los reunidos, ya sea en una sala de zoom, reunión privada, fiesta-covid o en plena vía pública, reaccionen de manera despavorida por las graves consecuencias económicas que desembocaría un gobierno de características marxistas, socialistas, progresistas, etc. Si revisamos la historia de los gobiernos de estas características ¿de qué podríamos darnos cuenta?
Pues de que son más los fracasos que éxitos, puesto que estos Estados optan por aplicar un sistema de bienestar, lo cual fomenta el aumento del gasto público y una dependencia, de carácter general, del individuo hacia el Estado.
“A los socialistas no les gusta que la gente haga cosas por sí mismas, a los socialistas les gusta que la gente dependa del Estado”.
Margaret Thatcher (1979 – 1990)
Usualmente, cuando se pretende llevar a cabo una comparación entre la política nacional con la extranjera, siempre apuntamos a uno de los dos países ubicados en la península ibérica, el Reino de España. Si bien su forma de gobierno, una monarquía constitucional, es opuesta a la nuestra, sus funcionarios públicos y todos aquellos que conforman su clase política se encuentran en una fase de renovación, debido a que Casado, Abascal, Rivera, Sánchez e Iglesias, han venido a tomar el “testigo” de sus respectivos partidos políticos a los cuales representan (VOX, PSOE, PP, CP y UP).
El rostro más visible de la “nueva izquierda española”, totalmente alejada de sus ideales originales (justicia social, derechos laborales, estatismo, etc.), es Pablo Iglesias, el líder del partido Unidas Podemos, un chavista que actualmente aun piensa que Venezuela es una democracia, mas no una dictadura. Esta afirmación es idéntica a las declaraciones de Verónika Mendoza, quien parece ser un calco de Iglesias, pero en versión peruana, en otras palabras, es una camiseta JOMA confeccionada en Perú.
Iglesias ha podido escalar posiciones en la política española desde sus humildes orígenes hasta ser el 2do vicepresidente del gobierno español, y por lo tanto ser el titiritero de Pedro Sánchez, el presidente del gobierno español, quien es solo un títere del Pablo Iglesias Turión. Fueron ellos dos quienes gestaron la censura de Mariano Rajoy a la presidencia, evento político que le permitió a Sánchez ocupar la jefatura del gobierno del Reino de España, un cargo que tanto ansiaban él y su partido, el PSOE, y el cual parecía imposible que retomasen, dado el fracaso económico que ocasionó Rodriguez Zapatero, cuyo plan de crear un nuevo estado de bienestar fue un fracaso, el cual fue capaz de arrastrar al mundo a una nueva recesión.
Dentro de la agenda de Iglesias, una de sus principales propuestas es cambiar el nombre del “Congreso de los Diputados” a “El Congreso de los Diputades”, en una gran estrategia de populismo, la cual le permitió ganarse el cariño de los sectores progresistas de España, muestra de ello son los 35 escaños obtenidos en la elección del 2018 por la coalición que encabezo.
Recordemos además sus vínculos con Hugo Chávez y la gran admiración que expresaba por Fidel Castro y su increíble régimen socialista, el cual es la mera expresión del fracaso de este modelo económico, y si no les agrada esta afirmación, pues hagan la clásica: “sigan culpando de todas sus desgracias a los gringos”.
Cabe destacar que Pablo Iglesias ha tenido una serie de encuentros con Verónica Mendoza, documentados a través de fotografías, por tal razón, no debería de parecernos una coincidencia que las tendencias que practica la exaliada de Vladimir Cerrón, tengan cierta similitud con las del “coletas”, ideales en donde el populismo radia incandescentemente, y cuya estrategia parece dar resultados por la aceptación obtenida moderada aceptación que ambos tuvieron en los últimos comicios electorales.