Los vacíos del estado de emergencia.

Por: Amelia Quesquén                                  

A partir del domingo, que declararon el estado de emergencia en el país por 15 días a causa del brote del COVID-19, somos testigos del comportamiento y en algunos casos falta de sentido común de muchos peruanos.

Empezaré por agradecer a todos aquellos héroes sin capa que arriesgan a su familia y salud por la nuestra, porque más que una obligación, para ellos, es una vocación de servicio; sin embargo, no podemos negar que a pesar de las restricciones que se vienen dando, hay muchos desagradecidos con el esfuerzo brindado e inconscientes del peligro que vienen generando al exponerse diariamente al realizar las actividades como si fuera un contexto habitual.

Algunos de ellos lo hacen por irresponsables y egoístas, como es el caso de aquellos que siguen aglomerándose en los mercados, sin la mínima protección, solo por conseguir sus alimentos y abastecerse de lo que no es indispensable para ellos ¿Con que finalidad? No le encuentro otra que la necesidad de sentir que tienen el control y puede manejar esta situación, trayendo como consecuencia el desabastecimiento de los víveres y el alza de precios por la escasez de los mismos. En este caso el gobierno tiene que monitorear para evitar que se aprovechen de esta situación y aumenten los precios indiscriminadamente.

Siguen aquellos que se encuentran facultados a costas del Decreto Supremo para facilitar la prestación de servicios y bienes esenciales, no obstante, existen algunos vacíos que hacen que no queden claras estas medidas, como es el caso de los “call center”, donde pudimos ver en diferentes reportajes que en Lima y Chiclayo, se tomo la medida de clausurarlos y procesarlos por resistencia a la autoridad, puesto que se encontraban obligando al personal a asistir sin contar con las medidas preventivas, haciéndolos trabajar hacinados, en contacto con más de 1,000 personas, en estadía de 30 centímetros entre unos y otros, y con la justificación de que se encuentran previstos en el Decreto Supremo, pues el mismo no establece que tipo de “call center” pueden funcionar.

Por sentido común, si bien es cierto que el Decreto Supremo establece que algunos establecimientos pueden funcionar, es para atención de servicios y bienes esenciales que tengan relación con el estado de emergencia, es decir, para productos de primera necesidad y aquellos que atenderán una urgencia o emergencia, no podemos estar exponiendo al personal a que vaya por cuestiones que no se enmarcan dentro de la esencia del estado de emergencia, ni tampoco podemos amedrentarlos con despedirlos, ni canjearles vacaciones, deben de entender que si siguen adoptándose esas medidas lo único que lograrán – aparte de ser procesados- es que el virus se propague y termine con contagiar a todo el personal y estos a sus familiares, pongan a la salud como principal bien a proteger y no la ventas.

Otro de los vacíos que se tendrían que aclarar en los días siguientes es con relación a esos pases de tránsito virtual que están generando ¿Cómo van a controlar la veracidad de los mismos? Si en el Perú un gran porcentaje de trabajadores son informales y por consiguiente no tendrán registro alguno de empresa que los reconozca, ni planilla, ni nada que sustente que van a trabajar ¿Como van a justificar los estibadores que tienen que cargar la fruta, verdura, abarrotes? ¿Como justifica la señora que tiene su puesto en mercado, la que atiende en la bodega, aquellos que tienen sus pequeños puestos de productos de primera necesidad? A ellos no los podemos hacer elegir entre la enfermedad o el hambre, porque muchos escogerán lo primero, es deber del estado buscar una solución acorde con la realidad que enfrentamos.

Asimismo, sigue pendiente la solución para aquellos peruanos que se encuentran en el extranjero y tienen que retornar a Perú, pues su pasaje se encuentra previsto para estos días, si bien se habla de vuelos humanitarios y otras medidas, a la fecha no hay nada concreto y solo suspenso e incertidumbre para ellos.

Para finalizar, tenemos que estar atentos a las medidas complementarias que se vienen dando todos los días a fin de ajustar esos vacíos que se tienen, y recordar que nos encontramos en la FASE 3 de la propagación del virus, la cual se caracteriza por que el contagio vienen de los propios nacionales que contagian a familiares y amigos, ya no viene de personas que traen el virus del extranjero, en ese sentido, para evitar el contagio masivo y que amplíen el estado de emergencia, no salgamos de casa, evitemos las aglomeraciones de personas, y si tienen algún síntoma llamar al 113 o acudir al centro de salud más cercano, recuerden, evitar la propagación del virus depende de nosotros.

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