La verdad sobre los votos blancos, nulos o viciados
Por: Amelia Quesquén
Se acercan las últimas semanas de campaña antes emitir nuestro voto y saber quiénes nos representarán en estas elecciones complementarias de congresistas; es así que, ya vamos sintiendo la desesperación creciente en algunos candidatos por querer llamar la atención del elector, así sea causando daños a la moral más básica, como es el caso de Julio Arbizu y Mario Bryce, quienes participaron en uno de los debates para que expongan sus propuestas, donde en un acto de intolerancia y humillación el segundo le regaló dos jabones al primero, en un gesto que claramente pretendía insultarlo. O también tenemos el caso del candidato Mijael Garrido Lecca al cual hemos escuchado dar tantas aclaraciones y precisiones sobre su biografía que ya nos dejó a todos mareados, y muchos candidatos más con lo que podemos decir que tenemos una pobre variedad para elegir.
A estas alturas, una de las opciones que podría pasar por la cabeza de muchos es votar nulo o en blanco, como símbolo de protesta a tantos candidatos que no nos representan; sin embargo, no es la mejor opción, puesto que terminaría, como dicen algunos especialistas en materia electoral, en favorecer al partido que vaya ganando.
Pero ¿Que tan cierta es esa teoría? En primer lugar, debemos tener en cuenta que el voto en blanco no presenta alguna observación, pues no se marcó ninguna opción; el voto nulo o viciado tiene, o los trazos mal hechos, es decir, no se marcó con una aspa o cruz, o presentan escrituras o dibujos en la cédula. En ambos casos, estos no son contabilizados al momento del conteo de cédulas.
A continuación, pondré como ejemplo unos gráficos de la revista “Caretas”, donde se podrá visualizar mejor la distribución que ocasiona los votos blancos o nulos:
En ese sentido, el votar blanco o nulo, solo hará que se haga más gruesa la diferencia de aquel que va ganando, por lo que, es recomendable, que utilicemos estos pocos días que nos queda en buscar a algún candidato decente a fin de no favorecer a la mayoría (que no necesariamente nos representa) y hacer uso de nuestro derecho constitucional de elegir democráticamente.
Para finalizar, es preciso tener en cuenta que para que el voto sea correcto se deberá marcar una cruz o un aspa en el recuadro del símbolo partidario; asimismo, será correcto si solo marcan el símbolo y no colocan los números de los candidatos, el voto en ese caso, dice la especialista de la ONPE, va para la organización.
Sin embargo, al tratarse de una elección única, es decir en la que solo se definirá a congresistas, los ciudadanos no pueden cruzar el voto, si un elector vota por un candidato de un partido y por otro de otra agrupación, anula su votación y como lo explicamos en líneas anteriores, favorecerá a quien va ganando.