La productividad de los servidores públicos del Perú durante la pandemia

Por: Edwin Zelada

Haciendo cuentas, desde que comenzó el estado de emergencia (cuarentena) el 16 de marzo del 2020, ya son más de 300 días, que muchos colaboradores del sector público, no están yendo a trabajar, la gran mayoría de ellos (incluyendo mi señora Madre), están catalogados como vulnerables y no asisten para nada, pero el núcleo de este artículo es: ¿Cómo se les sigue pagando su sueldo (integro), si no están laborando?, seguramente muchos al leer estas líneas van a sentirse incomodos, ya que lo más probable es que tengan familiares o amigos en esta situación, pero de lo que se trata es que seamos objetivos, principalmente por que las remuneraciones emergen, del dinero de todos los peruanos.

En primer lugar está el hecho de que la gran mayoría de los que no pueden ir a laborar, porque son considerados vulnerables, hasta la fecha no pueden trabajar desde su casa (teletrabajo), en lo personal me resulta inaudito, indignante y hasta grosero, que el estado no pueda gestionar esta situación, definitivamente hay un alto componente de inefectividad y a casi nadie parece importarle.

Por otro lado, está el tema de los Docentes de colegios públicos, que al no haber clases (por la pandemia obviamente), no están trabajando como deberían, según pude averiguar, mientras estamos en periodo escolar, llaman a sus alumnos para preguntarles si están atentos a los medios de comunicación, para ser beneficiados del programa “Aprendo en casa” y ante esto también nuevamente, hacemos la misma pregunta: ¿No puede el estado ver la forma en que todos puedan trabajar desde casa y seguir haciendo su trabajo?

Finalmente, otra muestra de la inoperancia estatal, el caso de las Universidades públicas, las mismas que el año 2020, demoraron más de 6 meses en reanudar las clases (en forma virtual) y además a la fecha lo hacen de forma precaria, si bien es cierto si están recibiendo clases los alumnos, pero no de la forma que deberían, considerando que son futuros profesionales y más aún, considerando que las Universidades cuentan con ingresos propios, producto de los exámenes de admisión por ejemplo, sin embargo para dicha evaluación (donde se genera su arca dorada), han invertido muy bien y siguen haciéndolo, de tal manera – dicen – que puedan tener la mejor tecnología y también sobre la falta de productividad en este sector también, nadie dice nada.

Es una pena sinceramente, todo lo antes mencionado; muchos dirán seguro, que fácil es criticar y no hacer nada, pero si estoy haciendo algo, estoy dando clarinadas de alerta (esperando que algún funcionario público se ponga las pilas), porque si la pandemia persiste (ya vamos a estar un año), lo más probable es que nuestras reservas se esfumen; también quisiera aclarar que no estoy en contra de que se queden en casa los servidores públicos, ya que la salud es primero, pero lo que si me importa (y debería importarle a todos) es que sigan cobrando sin trabajar, ya que, ante eso quien pierde somos todos nosotros, porque si a todo esto, le agregamos, que el Congreso 2020-2021, aprobó que todos los del régimen CAS, pasen a ser nombrados y también ahondamos en el tema de los Bonos a los más pobres (que dicho sea de paso, también está mal gestionado), resulta que el estado peruano, está regalando pescado a los peruanos y no enseñándoles a pescar.

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