¿GOBIERNO ZOMBI?

Por: Edgar Valdivia Isuiza

En las ultimas semana la percepción nacional se acrecentado aceleradamente en el sentido que el Perú está gobernado por un gobierno que no gobierna, tanto así, que la casi totalidad de miembros del Gabinete Ministerial son meros desconocidos en el escenario político y tecnocrático nacional, que se afianza con una mudez como estilo de gestión y una pésima capacidad de liderazgo en la administración de temas sensibles que corresponden a sus sectores, que tienen en vilo a la población en sus distintas regiones.

Dicha debilidad se ve afianzada por el opaco contrapeso al entorno presidencial, que viene asumiendo protagonismo gubernamental y ejecutivo ante las crasas carencias sectoriales, controvertido escenario que ha dado lugar que el todavía actual Presidente del Consejo de Ministros Cesar Villanueva Arévalo haya precipitado su renuncia, con lo que se ha producido una inocultable gran crisis en el gobierno del Presidente accesitario. No olvidemos que el Premier renunciante en el gobierno humaliento también ejerció dichas funciones, con un intrascendente paso gestor en tan importante nivel de gobierno del Estado Peruano.

Ante dicha crisis ministerial, voceros del actual gobierno accesitario anuncian la designación del actor Salvador Del Solar como nuevo Presidente del Consejo de Ministros, notificación de prensa que ha sorprendido a tirios a troyanos, teniendo en cuenta que el país atraviesa una difícil situación política, que incide directa e ineludiblemente en el campo económico y social, lo que facilitaba al gobierno para que apueste por un personaje con liderazgo, con dominio de los principales problemas que agobian al país y con condiciones convergentes, que sume fortalezas dialogantes y haga de la actual crisis gubernamental una gran oportunidad de convocatoria a los segmentos políticos, empresariales y populares para un viraje de 180° en la dinámica de gestión de gobierno.

Sin embargo, se observa que el actual gobierno aspira proseguir con el mismo estilo, que le está conduciendo al país a un rumbo desconocido. Privilegia la mudez de sus funcionarios, liderazgos compungidos y mediatizados, desconectados de la realidad nacional, quizás con mucha confianza en el poder mediático nacional con el cual guardan una estrecha alianza en función a los trasvases presupuestales.

Con la designación del actor Salvador Del Solar, quien también es abogado y con estudios de posgrado, se presume que el Perú proseguirá con el gobierno zombi, de quien no se conoce mucha experiencia tecnocrática en temas de gestión pública, peor en el manejo de los escenarios políticos. ¿O es que su corto paso por el Ministerio de Cultura implica una relevancia de confiabilidad de resultados? ¿O es que su renuncia al gabinete Ministerial de PPK en rechazo al indulto de Alberto Fujimori es una excelente carta de presentación?.

En resumen, se está perdiendo una gran oportunidad para dotarle al país de un competente nuevo equipo de gobierno, que nos conduzca con creces a la posibilidad de hacer del Perú un país piloto en América Latina, ad portas del Bicentenario de la Independencia Nacional.

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