El mal manejo de los impuestos en el Perú, ad portas del Bicentenario

Por: Edwin Zelada

Como Administrador de Empresas y por lo aprendido en la Universidad, tengo clarísimo lo que implica gestionar una empresa y en ese contexto el estado es como una gran empresa, de la cual – podríamos decir que – su gerente general es el Presidente de la Republica, ya que es el máximo responsable de todo lo que sucede bajo su gestión y dentro de esas responsabilidades como todos saben, está el tema del manejo del tesoro público, del erario nacional, del fisco o de la denominación que le quieran dar; pero el caso es que estamos hablando del dinero que en su gran mayoría, se recauda por los impuestos que pagan los peruanos (bueno no todos, pero eso ya hablaremos en otro artículo) y que lamentablemente a mi Juicio no está bien manejado.

Como todos saben también, quien se encarga de recaudar los impuestos, es la SUNAT, la famosa Superintendencia Nacional de Administración Tributaria y ya desde ahí existen irregularidades, las mismas que – como repito – van por el lado de que no se mide a todos con la misma vara, ya que hay empresas que no pagan o que pagan cuando quieren, pero insisto, de eso hablaremos en otro momento; lo que quería era tocar el tema de que a ojos y oídos del mundo, este organismo público, grita a los cuatro vientos, que mes a mes la recaudación aumenta y eso no debería molestarnos, pero justamente de eso trata este artículo, de cómo se gestiona o administra ese dinero y hacia eso nos dirigimos en este texto.

Resulta que el Ejecutivo, representado por el MEF (Ministerio de economía y finanzas), ejecuta el gasto público, obviamente amparado en un presupuesto, eso no está en discusión, a lo que vamos es hacia la forma en que se gasta y lo más importante porque de cómo se rinden las cuentas. Seguro muchos al leer hasta esta parte dirán que ese rol le corresponde a la Contraloría y sí, es cierto, ellos son los que ven estos temas, pero como repito, no quiero analizar las consecuencias de la mala gestión gubernamental, sino el momento en el que deciden en que se gasta el dinero y ante ese punto la pregunta es: ¿Bajo qué criterio se lleva a cabo? Entiendo que se decide en el consejo de ministros, pero vuelvo a preguntar: ¿Bajo qué criterio?

Lo visto en la pandemia no sólo es vergonzoso, ofensivo y preocupante, es a mi entender una falta de respeto a la inteligencia de todos los peruanos, todo y creo que no exagero con este enfoque, todo lo que se ha comprado durante la pandemia, parece que fue ejecutado por gente que no conoce ni los mínimos conceptos de administración, la gestión pública desde el ejecutivo es – repito – paupérrima y a nadie o casi nadie parece importarle. Como siempre seguro muchos dirán que fácil es hablar desde esta tribuna, pero en realidad a lo que quiero llegar es que no se debe gastar en el estado, se debe invertir y lamentablemente parece que nadie en palacio de gobierno sabe que significa invertir. Es muy triste que en pleno siglo XXI y aproximadamente seis meses después del inicio de la pandemia, ni el personal de salud, ni las fuerzas del orden cuentan con equipos de protección personal de primer nivel, al contrario, todo lo que les ha brindado el estado ha resultado defectuoso, deficiente y hasta toxico y como vuelvo a repetir a nadie parece importarle. No soy el descubridor de la pólvora, pero de verdad no vendría mal que alguien que domine estos temas, esté a cargo de “invertir el dinero de todos los peruanos”: El Perú se merece crecer no retroceder.

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