El COVID19, el Gobierno y la Población
Por: Alexis Meléndez
Para algunos, la Pandemia del COVID19 es la Tercera Guerra Mundial, y aunque en sentido estricto, sería un error la calificación, los efectos que el virus causa en la población son tan devastadores como las producidas por las armas y el despliego bélico, quizás no hay destrucción de infraestructura pero hay muertes, paralización de economías, estrategias y atención de los gobiernos para evitar el contagio. Existe una lucha diaria y permanente de la humanidad contra el virus que lo amenaza y en esta lucha existen tres elementos principales: El COVID19, el Gobierno y la Población. ¿Cómo actúan estos tres elementos en el Perú?
En nuestro país el COVID19, llegó el 6 de marzo cuando se identificó al caso 0, a partir de ahí nos hemos ido informando conforme fue propagándose el virus, el cual es definido por la Organización Mundial de la Salud como “una enfermedad infecciosa causada por el coronavirus”; en general, sabemos que el COVID19 es un virus de fácil contagio, sin cura por el momento y que a la fecha se siguen realizando estudios sobre el mismo y sobre todo, diversos ensayos que buscan la vacuna o tratamiento de la enfermedad.
Ante el virus, el Gobierno representado hoy por el ingeniero Martín Vizcarra ha tomado una serie de acciones paliativas con el objetivo de controlar al virus; sin embargo vemos que los esfuerzos no son los esperados y ello puede deberse a una serie de razones. Entre ellas podemos identificar la falta de gestión para obtener los implementos mínimos para combatir al virus, un ejemplo: los respiradores artificiales; y aunque días atrás, desde el Hospital Naval se comunicó la entrega de diez respiradores “Samay” para el sábado pasado, parece ser que en realidad sólo fue una falsa declaración como la entrega de hospitales y colegios que se anunciaron en el 2019. Hasta el momento lo único real son las exposiciones televisivas poco productivas, los cuestionamientos sobre los costos sobrevalorados en las compras de mascarillas, las inoportunas declaraciones del Ministro de Salud, las decisiones erradas basadas en teorías patriarcales para movilizarnos y la represión hacia el personal de salud y policial por manifestar las irregularidades y la falta de indumentaria para poder desempeñar eficientemente sus labores.
Por otro lado, encontramos a la población peruana que también desempeña un rol fundamental en esta lucha y que sólo necesita permanecer en su casa para evitar el contagio y la propagación del virus, pero esto tan fácil de hacer es muy difícil de cumplir, sobre todo cuando alrededor del 70% de la población labora informalmente y el 21% se mantiene en la pobreza, y aunque es cierto que es preferible pasar penurias para evitar el masivo contagio, tan bien es cierto que esta situación nos permite reflexionar y tomar atención a las diversas realidades y necesidades que hoy, por el aislamiento social se relucen, entre ellas, el dilema dramático de la población más pobre del Perú: morir por el virus o morir por el hambre. Por ello es necesario cuestionar a los que gobiernan para que corrijan los errores y denunciar lo irregular para avanzar como sociedad, si ello no existe, toda declaración gubernamental sólo será lírica, calculada y falsa.