Dejemos el show y empecemos a hacer política de verdad

Por Franco Arce:

Muchas veces conversando con amigos del círculo político, he oído decir frases como “se hizo una jugada House of Cards” o “fue una buena jugada House of Cards” y frases por el estilo, haciendo alusión a la serie norteamericana producida por Netflix. En el Perú, pareciera que algunos políticos se dedican a ver mucho esta serie y han querido aplicar aquellas “jugadas” en nuestra política nacional.

La política en nuestro país se ha desvirtuado totalmente, al punto que los índices de aprobación de los políticos por parte de la población es uno de los más bajos en los últimos tiempos. Haría una comparación con la etapa previa a la década de los 90’s, cuando finalizaba el gobierno de García 1 y existía un gran descontento por parte de la población hacia los partidos tradicionales y hacia los políticos evidentemente.

El resultado en aquel momento fue votar por alguien nuevo, un outsider. Hoy en día nos podríamos enfrentar a algo similar con miras hacia el 2021. El escenario es bastante similar, un descontento tremendo por los partidos políticos, por las distintas instituciones del Estado como Poder Judicial, Congreso de la República, Fiscalía de la Nación. Por ello, debemos estar preparados ante aquellas postulaciones radicales que hoy en día ya registran alrededor del 20% en algunas encuestas.

Nos hemos dedicado a convertir a la política peruana en un show cual serie de netflix, queriendo simular hacer las “jugadas House of Cards”, cambiando votos por un indulto de manera secreta y a último momento sin que una bancada se diera cuenta; tumbando a un presidente con vídeos presuntamente editados que no resultan pruebas completas, pero que se presentan a malos entendidos ante la opinión pública; jugando a apoyar a un partido y luego a otro para llegar a la presidencia pero luego jugar al populismo; entre otras jugadas que se han visto a lo largo de estos últimos años.

Mientras todo esto sucede y vivimos..o, tratamos de vivir en una serie de televisión a la peruana; grupos radicales se preparan y se empiezan a consolidar en sectores desatendidos por la población; en sectores que están hartos de lo mismo; y, que, están acostumbrados como mencionaba en un artículo pasado, a que el Estado sea un padre para ellos y les provea de todos los recursos habidos y por haber.

Basta ver Venezuela para darnos cuenta que el modelo socialista o mal llamado socialismo del Siglo XXI o cualquier otro que tenga los mismos fines, resulta ser un fracaso. Sin embargo, depende de nosotros mismos el decidir por quien votar, informarnos, educarnos. Seamos vigilantes, reclamemos al gobierno actual lo que hay que reclamar, no seamos parte del juego del populismo que se pretende hacer durante este gobierno. Ya no más “jugadas House of Cards”.

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