Cuando la indiferencia mata

Por Amelia Quesquén:

Una de las cosas buenas, si, buenas, por la que recordaré a Vizcarra, es por promulgar la “Ley que regula el plástico de un solo uso y los recipientes o envases descartables” cuya finalidad es pretender que gocemos de un ambiente equilibrado y adecuado para nuestra vida, reduciendo para ello de manera progresiva, el uso del plástico de un solo uso, de la basura marina plástica, fluvial, lacustre y de otros contaminantes similares, en beneficio de la salud humana y del ambiente.

Hasta ahí genial, me gusta la idea de tratar de ser un país eco amigable, donde se busca a través de políticas que involucran a todos los niveles, concientizar sobre la importancia del cuidado de la vida, porque a las finales, la tierra que envenenas, el mar que contaminas, el aire que respiras, está produciendo un aumento en la incidencia de enfermedades de las vías respiratorias, cáncer, accidentes cerebrovasculares, entre muchas otras. Todo generado por nuestra indiferencia e irresponsabilidad hacia el cuidado del medio ambiente.

Uno de los focos más contaminantes es la utilización indiscriminada del plástico y derivados, si bien muchos de los lectores disfrutaron de su año nuevo o siguen disfrutando de sus vacaciones de verano en la “playita”, laguna, río, habrán notado que siguen llevando, fiel al estilo noventero, su “ceviche en bolsa y su sopa en botellón” o tomando su “chelita o raspadilla” en vasito descartable ¡Y con cañita! Para luego ir dejando de recuerdo sus residuos, como si tuviera responsabilidad de recogerlas el último en irse; pues déjenme decirles que ese concepto de dejar que otros recojan lo que ensuciaste, son el vivo ejemplo de lo que no se debe repetir, pero ¡Esto ya lo sabemos! Sin embargo, seguimos haciéndolo, de repente de manera inconsciente, pues estamos acostumbrados a ese tipo de acciones, entonces me pregunto ¿Cómo poner un alto y tomar conciencia de la importancia de nuestra participación, así como la del estado, en la lucha por un medio ambiente sano?

¡Ya es hora de tomar conciencia y acciones! Entiendo que toda actividad humana siempre va a generar residuos sólidos. El tema no es cuánto reciclamos, sino cuánta basura dejamos de generar. Bien son conocidas las diversas formas de evitar utilizar plástico, incluso el Ministerio del Ambiente y su campaña “Menos plástico, más vida” hacen un buen trabajo, pero soy consciente que eso no es suficiente.

Estuve hace poco, revisando algunos planes de gobierno de los flamantes alcaldes y con respecto a lo que proponen desarrollar en el tema de regulación de residuos sólidos, me doy con la sorpresa que sus propuestas no son orgánicas y no tienen una visión de ciudad. 

Una de las propuestas que me gustaría se implemente es la de impulsar alternativas ecológicas, educar a los consumidores o implementar prohibiciones estrictas y multas para determinadas acciones que generen contaminación. ¡Multas efectivas! Que no sólo queden en papel.

Es momento de proponer políticas más agresivas, aquellas que para que puedas tomar consciencia te afecten directamente ¡Es hora que nuestro bolsillo pague las consecuencias de una mala conciencia ambiental! Solo así, podremos valorar la importancia de prevenir múltiples enfermedades ocasionadas por un ambiente enfermo, y mantener un lugar limpio donde poder seguir escapándonos en cada verano, o donde ir a visitar y ser parte de la naturaleza extraordinaria que nos puede regalar una tierra sana, un aire limpio y un mar con peces sanos.

Sin embargo, nos sigue persiguiendo un gran problema, de nada nos sirve el tener un plan estructurado si la realidad es que cada cuatro años una nueva gestión municipal volverá a nacer y nuevamente habrá que capacitar a los nuevos funcionarios o reformular los planes. Ese seguirá siendo el gran problema con los municipios, hasta que estos temas se conviertan en políticas de Estado, o hasta que la gestión que ingrese, no tenga como principal objetivo bajar el dedo a los planes encaminados por la autoridad anterior.  

Mientras tanto, hasta que esos dilemas frecuentes se solucionen ¿Cómo podemos ayudar? si bien no podremos recuperar muchas especies ya extintas, áreas inertes, o manejo político incierto, aún podemos cambiar de opinión respecto al valor que le das día a día al medio ambiente, tomando conciencia y sensibilizando desde tus prácticas diarias, la disminución de plástico u materiales similares ¡No seamos indiferentes! somos los principales gestores y ejecutores de la especie, así como muchas otras que dependen de nuestro cuidado ¡Que ésta indiferencia no nos mate!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *