Amazonas en llamas

Por: Amelia Quesquén
Hace más de dos semanas, todas las redes sociales y noticias se vienen preocupando en mantenernos informados sobre los incendios forestales iniciados en Brasil y Bolivia, los cuales hasta ahora se estima que han destruido 500.000 hectáreas de bosques y los cuales ponen en riesgo a Paraguay y Perú.
Son muchos los datos, cifras, que se vienen dando; sin embargo, es preciso aterrizar en algunos puntos importantes a fin de tener un panorama claro de lo que viene sucediendo y las consecuencias del mismo.
- ¿Qué pudo haber originado el fuego?
Si bien los incendios son habituales en época de sequía en la las regiones, somos conscientes que iniciar un incendio es el trabajo de los humanos, ya sea de forma deliberada o por accidente; por ejemplo, tenemos aquellos iniciados por agricultores y campesinos, que utilizan las llamas como herramienta para despejar un área que primero talan; aquellos que quieren expandirse en tierras, aquellos con fines industriales, mineros u otros; todos, en buena cuenta, contribuyendo a la desforestación.
Sin embargo, en el caso de Brasil, muchos medios indican que las autoridades han perdido el control sobre la situación, puesto que el presidente ha flexibilizado los controles ambientales, permitiendo la extracción minera en tierras indígenas, lo que trajo como consecuencia que deliberadamente den inicio a esta catástrofe.
- ¿Qué estamos perdiendo?
Evidentemente no solo ecosistemas, pues la Amazonía alberga más de 40.000 especies de plantas, que viene a ser el 40% de la selva tropical restante en el mundo; también abarca el 25% de su biodiversidad terrestre y más especies de peces que cualquier otro sistema fluvial, señala un artículo del Banco Mundial.
Más de 6.000 especies de animales, puesto que según información de la BBC Mundo, hasta la fecha se han descubierto 427 especies de mamíferos, 1.300 de aves, 378 de reptiles, más de 400 de anfibios y alrededor de 3.000 especies de peces de agua dulce, entre ellos la recientemente descubierta famosa “piraña vegetariana”.
Asimismo, cerca de 400 grupos indígenas, cada uno de ellos con su propia cultura, territorio y lengua. Algunos de estos pueblos han tenido contacto con el mundo exterior desde hace 500 años, mientras que otros se han mantenido en el aislamiento.
- ¿Qué se viene haciendo para combatir el fuego?
En principio, se tiene que los líderes internacionales reunidos en la cumbre del G7 en Biarritz, Francia, que lo conforman: Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Canadá, alcanzaron un acuerdo para ayudar a combatir los incendios.
Bolsonaro (Presidente de Brasil) autorizó el viernes el uso de personal y equipos militares para combatir los incendios. El Ministerio de Defensa dijo que había 44.000 soldados disponibles para la tarea, y autorizó la intervención militar en siete estados y el uso de aviones capaces de lanzar hasta 12.000 litros de agua mezclada con retardantes; no obstante, pese a las intenciones de apoyo internacional, el lunes se recibió la noticia que rechazaron la ayuda del G7, de casi 18 millones de euros, pues el presidente de Brasil requiere que Macron (Presidente de Francia) retire sus supuestos “insultos”, por haberle llamado mentiroso y por tratar a la soberanía de la Amazonía como un tema internacional, lo que particularmente me parece innecesario en este contexto.
Por su parte, Bolivia, también continúa intentando apagar sus incendios, usando helicópteros y aviones para combatir las llamas; además de eso, las autoridades contrataron un “supertanque” estadounidense “Boeing 747” considerado el avión cisterna más grande del mundo que tiene una capacidad de carga de cerca de 74.000 litros de agua o retardantes.
Asimismo, el presidente boliviano abrió la posibilidad de gestionar ayuda internacional y se confirmó que dos helicópteros enviados por Perú llegarán en las próximas horas a Bolivia para sumarse a las tareas de mitigación del fuego, de igual forma se prevé la llegada de 40 cascos blancos de Argentina, quienes son expertos en incendios, entre otros.
Con estos acontecimientos como la desforestación, realizados muchas veces por los seres humanos, que ocasionan la destrucción del planeta, sumando las subidas de la temperatura, que ya se están dando en la Amazonía, hacen que la selva sea más inflamable y propensa a seguir incendiándose, ocasionando pérdidas invaluables que afectarían no solo a los países incendiados, sino, a todo el mundo, pues la Amazonía es considerada como el pulmón del mundo puesto que absorbe 1.000 millones de toneladas de dióxido de carbono.
En consecuencia, esperemos que los presidentes de los países afectados por los incendios forestales, se enfoquen en diseñar políticas de mitigación y prevención de incendios forestales, aceptando la ayuda internacional que se les ofrece, puesto que está en juego nuestra Amazonía y con ella el medio ambiente de todo el mundo.