A este paso, todos repetiremos la célebre frase de Fujimori: ¡Soy inocente!

Por: Diego Peña

Cualquier analista de política internacional vería con gran asombro lo que actualmente está sucediendo en el Perú. La presunción de inocencia es un saludo a la bandera para nuestros fiscales.

No les bastó con encerrar 9 meses a la ex pareja presidencial, no les basta con tener detenida a Keiko Fujimori ya 6 meses, no les bastó con empujar a una trágica muerte al ex Presidente Alan García, ahora quieren poner detrás de los barrotes a Pedro Pablo kuczinsky por 3 años –un hombre de 81 años con serios problemas cardiacos, con cuentas bancarias congeladas que vive de la caridad de amigos y familiares-. Recalquemos, que en ningún caso mencionado inicialmente se ha presentado una sola acusación ante el poder judicial.

¡Señores, soy inocente!, la presunción de inocencia es el principio rey de todo proceso penal. Recordemos que en el año 2000 incluso se promulgó una ley sobre presunción de inocencia en Francia, país con una de las democracias más fuertes del mundo. Para complacer a los caviares tenemos que la CIDH, y su agenda progre, el año pasado advirtió sobre el excesivo uso de las prisiones preventivas y remarcó el principio de presunción de inocencia de todo ciudadano. Este escenario político-judicial solo se vio en la Alemania de Hitler, en la comunista Unión Soviética y el socialismo del siglo XXI de Chávez. Sin embargo, en nuestro país seguimos repitiendo las tan trilladas frases de “vivimos en un Estado de Derecho” “Que se respete el debido proceso”.

Por último, según nuestro Presidente declaró que respeta la independencia de poderes. Pero, ¿Cómo se explica entonces que la DIVIAC fuera la encargada del allanamiento a la casa en Miraflores del ex Presidente García? ¿Cómo se explica que varios periodistas supieran de la detención preliminar con anterioridad?

Ya no recuerda Vizcarra cuando aseguró, que antes del término de su gobierno, traería a como dé lugar al inverecundo ex mandatario Alejandro Toledo
Coincido con una ingeniosa frase que leí en las inhumanas redes sociales hace una semana: En el mundo existe: la realidad, la ficción y Perú (anónimo).

(…) Por cierto, ¿Para cuándo tendremos las acusaciones fiscales de Villarán y Bruno Giuffra?

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